Los problemas con las comidas que se sirven en las residencias parecen una constante en Madrid. Aunque la compañía Femar ha estado en el centro de las críticas en los últimos años, una nueva polémica señala ahora a la residencia del barrio de Usera, gestionada por Macrosad. La denuncia de Beatriz Cano, usuaria del centro de mayores desde hace 15 años, ha dado la vuelta a las redes en las primeras semanas del mes al mostrar en un vídeo la “sopa minestrone” que sirvieron a sus compañeros la noche del 1 de febrero. “No es que la comida sea mala, es que no se puede comer directamente”, asegura Cano a Infobae España.

La mujer decidió abandonar hace tiempo el servicio de comidas del centro. Afectada por la osteoporosis, se trasladó a la residencia por necesidad y decidió en un inicio vivir como cualquier otro de sus compañeros para intentar hacerse a la idea de cómo sería su nuevo día a día: acudía a las actividades y a todos los turnos de comidas. “En menos de diez días, la doctora le comentó a la directora que estaba perdiendo proteínas”, dice. Los menús no cambiaron, pese a su informe médico, y Cano se dio “de frente con la realidad”. “Con la osteoporosis que tengo me enfrento a partirme un hueso y no levantarme de la cama en un año”, cuenta, por lo que empezó a comprarse su comida y alimentarse por su propia cuenta para recuperarse.

Desde entonces, Cano es testigo de la “involución” del servicio: con cada cambio de empresa gestora del centro público, las cosas parecían empeorar. “En pleno siglo XXI, los compañeros y compañeras pasan hambre, se acuestan sin cenar”, denuncia. En los últimos 15 años, al menos cuatro compañías distintas han pasado por Usera. La última de ellas, DomusVi, fue retirada de la residencia después de varios expedientes por la mala atención ofrecida a los usuarios en al menos tres centros de la Comunidad de Madrid. (infobae.com) (Leer más)