La semana pasada, la concejala-presidenta del distrito Usera, Loreto Sordo, informó del proyecto turístico que el Ayuntamiento tiene entre  manos para explotar este rincón del sur de Madrid como el Chinatown español. Eugenio Brea, presidente de la Asociación de Vecinos La Unión de los Almendrales, se enteró por la radio de las actuaciones que la Junta municipal llevará a cabo en la próximas semanas en su vecindario. Como él, otros representantes de vecinos dicen no haber sido consultados del plan que sí fue consensuado con la comunidad china de Usera, la más grande de España, con 10.000 ciudadanos de la misma nacionalidad.

«Es una iniciativa exclusiva de la Junta, del Partido Popular y la asociación de comerciantes chinos. El resto de asociaciones, comerciantes o ciudadanas, nunca han demandando esto», dice a 20minutos, sin ocultar su enfado, Fidel Oliván, miembro de la junta directiva de la AVV de La Mancha. Ambos van a pedir una reunión de urgencia con las autoridades municipales para que les expliquen «por primera vez» qué va pasar en su distrito.

La metamorfosis de Usera en el Barrio Chino dará comienzo con la instalación de un oso panda de mármol en la plaza donde confluyen la calle del Olvido con Dolores Barranco. Será un regalo, de un metro de altura y 500 kilos, de la comunidad asiática del distrito, que también ha participado en otros retoques estéticos que adornarán la ciudad al estilo oriental, antes de final de año. A saber, dos arcos chinos que darán la bienvenida a los visitantes, así como decenas de farolillos rojos, propios de la cultura china. Enguan Chen, líder de la asociación de chinos de Usera, valora muy positivamente la iniciativa al ser preguntado por este medio. «Van a poder conocernos mejor», celebra.   

Oliván, en cambio, piensa que el Ayuntamiento quiere convertir Usera en un «zoológico». «Igual que cuando se celebra el año chino en el distrito: la gente viene, se saca fotos, come y se va. Al final, solo ganan los comerciantes chinos y quienes quieran especular», lamenta. En ese sentido, el proyecto que se ejecutará principalmente con fondos europeos  también potenciará el atractivo gastronómico de los establecimientos del distrito, con programas culturales incluidos para los fines de semana. 

El líder vecinal cree además que su distrito tiene necesidades más acuciantes que convertirse en un reclamo turístico. A su juicio, al «desempleo», «la inseguridad» y otros problemas sociales se sumará ahora la gentrificación, fenómeno que él mismo empieza a notar en su barrio con la subida de los precios de los alquileres. (Ver más)