El pasado 23 de marzo más de 150 personalidades y 80 organizaciones publicaron un manifiesto en la prensa ‘Por la Paz en Ucrania’. Los firmantes del manifiesto vuelven a tomar la iniciativa, convocando una mesa de recogida de firmas para denunciar los crímenes de Bucha que están conmoviendo a todo el planeta.
El director de cine Fernando Colomo, el que fue secretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez, la escritora Fanny Rubio, el director de teatro Jorge Eines… son algunas de las personalidades que estarán presentes en la Plaza Callao en el acto de recogida de firmas, que empezará leyendo el manifiesto que ha unido ya a decenas de miles de personas que lo han firmado desde entonces.
Antonio Banderas, Clara Lago, Pedro Almodóvar, José Coronado, José Sacristán, Luis Tosar o Paco León, son algunas de las firmas destacadas de este manifiesto, junto a los científicos Luis Enjuanes, o Rafael Matesanz, o escritoras como Cristina Peri Rossi, Rosa Montero, Javier Cercas o Javier Marías, poetas como Luis García Montero…
Entre los nuevos firmantes se encuentran también la Fundación Goma Espuma o el periodista Juan Luis Cano, que se une a la larga lista de periodistas firmantes, como Ramón Lobo, Guillermo Fesser, Íñigo Alfonso, Carles Mesa, Joana Bonet o Manuel Jabois.
Este acto de recogida de firmas pretende ser un gesto de repulsa contra las crímenes perpetrados por el ejército ruso y un llamamiento a la unidad de todos los demócratas en solidaridad con el pueblo ucraniano. El manifiesto ‘Por la Paz en Ucrania’ denuncia a Putin y los oligarcas que le apoyan y exige:
1.- Redoblar la actividad diplomática buscando intermediarios internacionales de primer orden. La UE debe encabezar estos esfuerzos.
2.- Ampliar la ayuda humanitaria y la acogida de refugiados que sufren las consecuencias de esta guerra, sin límites en el número, en el tiempo y en el gasto.
3.- Apoyar las medidas económicas tomadas que puedan contribuir a aislar, frenar y detener a Putin y a los oligarcas rusos.
4.- Apoyar las iniciativas que contribuyan a la autodefensa del pueblo ucraniano y la defensa de su país, incluyendo el envío de armas que demanda el país agredido.
5.- Que las consecuencias económicas, sociales y políticas de la guerra no aumenten la desigualdad y la precariedad en nuestro país. Los costes deben recaer sobre los que más beneficios y riqueza acumulan. En esto también hay que redistribuir la riqueza.
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