Según la Agencia Tributaria, el 72% del fraude fiscal de este país (con una estimación de unos 44.000 millones de euros) lo realizan las grandes empresas, las grandes fortunas familiares y los grandes bancos (1), a pesar de que algunos se empeñen en echar la culpa al fontanero que nos da a elegir si queremos pagar el IVA o no en la última reparación. Curiosamente, la mayor parte de las investigaciones de la Agencia Tributaria sobre fraude se centran en autónomos y profesionales liberales cuyo fraude estimado es del 8% del total defraudado, es decir, investigan al fontanero, al mecánico, al electricista y al tendero de nuestro barrio (1). En un contexto de crisis como el actual, si estos 44.000 millones de euros hubieran sido recaudados, habría podido evitar gran parte de los recortes (sanidad, educación, servicios sociales, etc.). 

Sin embargo, las personas y entidades que defraudan estas cantidades astronómicas gozan de gran influencia en los políticos y los medios de comunicación (que, directamente pertenecen a conglomerados de empresas que son suyas), por lo que habitualmente, ni nos enteramos de que esto ocurre. Estos defraudadores incluyen a la familia de Emilio Botín y al menos otros 569 españoles de la “lista Falciani” (lista obtenida “ilegalmente” por Hervé Falciani (2), informático extrabajador del banco suizo HSBC). También se utilizan estos medios de comunicación para difundir falsedades, como que los ricos y super ricos son tan pocos que, aunque defrauden, casi no se nota, (totalmente falso, en un país donde las desigualdades sociales son grandes y el estado aplica pocas políticas redistributivas), amén de otras mentiras como el típico “si los ricos son más ricos, todos vivimos mejor” o “si suben los impuestos, se llevan el dinero a otros países y no se invierte”, “si se pagan muchos impuestos, se desmotiva el esfuerzo y la inversión”. 

Precisamente, en este contexto de crisis donde los pobres son cada vez más pobres y se está destruyendo la clase media, los grandes millonarios españoles ganaron un 6% más en 2011 (3), es decir, los ricos son más ricos y la mayoría de la gente cada vez vive peor.

Pero aquí nadie mueve ni un dedo para hacer que esto cambie, más bien al contrario, se declaran amnistías fiscales (perdón, “procesos de regularización de activos ocultos”) para que los defraudadores puedan blanquear su dinero pagando una fracción de los impuestos que habrían tenido que pagar haciendo las cosas legalmente. Mientras tanto, un autónomo tiene que declarar el IVA de facturas que todavía no ha cobrado. Manda huevos.

Vivimos en un sistema económico donde, cuánto más riqueza posee una persona, más fácil le resulta generar más riqueza sin arriesgarse (por ejemplo, comprando bloques de pisos y alquilándolos o especulando con ellos como hicieron algunos en la burbuja inmobiliaria) y las personas con menos ceros en la cuenta corriente (la mayoría de nosotros)  tenemos que realizar enormes esfuerzos para conseguir el dinero suficiente para vivir dignamente. Por tanto, establecer mecanismos de reparto de la riqueza como aumentar los impuestos a los que más tienen es lo primero que tendrían que hacer nuestros políticos para salir de la crisis. 

(1)   http://www.vnavarro.org/?p=6413

(2)   http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/18/economia/1355823837.html

(3)   http://www.publico.es/dinero/415080/los-ricos-logran-ganar-un-6-mas-en-el-peor-ano-de-la-crisis