Las obras de construcción del controvertido crematorio junto al tanatorio de la M40, entre los distritos de Villaverde y Usera, han comenzado. Es al menos lo que aseguran asociaciones vecinales de ambos distritos, que en los últimos días han observado “un inusual trasiego de camiones y vehículos de obra” en el recinto que vinculan a la edificación de la instalación. De ser así, asegura la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), se trataría de “una actuación muy osada” por parte de Parcesa, la empresa propietaria del tanatorio, en tanto la justicia no se pronuncie sobre el recurso contencioso administrativo que la federación ha presentado contra una resolución del Ayuntamiento que rechazaba un recurso de reposición previo contra la concesión de la licencia.

El juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 32 admitió a trámite el pasado lunes el recurso vecinal y ha dado 20 días al Consistorio de la capital para que envíe el expediente municipal. Por otra parte, asociaciones vecinales de los dos distritos afectados han presentado su propio recurso contencioso administrativo directamente contra la concesión de la licencia, un recurso todavía pendiente de que se resuelva si se admite a trámite.

Los colectivos solicitan un rápido pronunciamiento de la justicia y exigen a Parcesa que, entre tanto, cese en la construcción del crematorio.

El pasado mes de agosto, tras una sentencia del Tribunal Supremo, el Ayuntamiento de Madrid concedió a Parcesa la licencia para la construcción de la instalación, pese a encontrarse a menos de 250 metros de algunas viviendas y de instalaciones como centros educativos y algún parque, lo que incumple la Ordenanza de Calidad del Aire.

En esa sentencia, el alto tribunal ordenaba la retroacción del procedimiento al momento previo a la denegación que el Ayuntamiento había dado a Parcesa sobre la base de que la distancia mínima solo es exigible “cuando otros requisitos o medidas limitativas menos restrictivos (como el control de emisiones en la fuente de origen) sean insuficientes, por sí solos, para garantizar la protección de la salud humana y del medio ambiente”. Y en ese sentido, aludía a los “avances técnicos” que permiten controlar en origen “la potencial contaminación”. (epe.es) (Leer Más)