El calor vuelve a ser protagonista en las aulas los últimos días del curso. Familias de hasta cinco escuelas infantiles y colegios del distrito de Usera se enfrentan a uno de los veranos más duros hasta la fecha debido a las condiciones en las que sus hijas e hijos han estado asistiendo a sus respectivos centros educativos durante los meses de junio y julio, con temperaturas por encima de los 30 grados centígrados dentro y fuera de las aulas.

“Mi hija ha cogido un hongo en la zona del pañal de estar todo el día sudando”, cuenta la madre de una niña de un año y medio que asiste a la Escuela Infantil Zofío. En esta guardería las aulas de bebés no tienen aire acondicionado ni ventilador, por lo que las educadoras se ven obligadas a sacar a los bebés al patio y hacer juegos de agua. “Los tienen en pañales para intentar mantenerlos frescos, pero el suelo es irregular y hay riesgo de caídas”, advierte la madre de una de las alumnas afectadas.

 

El aula de su hija es una de las que se reformó recientemente, en 2023. “Es paradójico, se hizo una obra y no se instaló ningún sistema de climatización. Y se nota que fue una obra de mala calidad. Las aulas reformadas están peor acondicionadas que las que tienen aire, que además los pagaron las familias hace años”, indica.

A esto se suma otro problema que ha tensionado aún más la situación: la falta de personal educativo durante el mes de julio. Según relata esta madre, el proceso de estabilización de interinos ha provocado que varias vacantes queden descubiertas: “Las personas que llevaban años en el centro se han tenido que ir. Otras han cogido vacaciones acumuladas. Hay aulas en las que queda una sola educadora cuando deberían ser dos y esas ausencias no se reemplazan”. (ELDIARIO.ES) (Leer más)